Todo en positivo, pues lo ha hecho Dios

Tinta hablaba de amor, y me inspiró esta entrada siguiendo un poco más con el tema de lo positivo

El cristiano puede hacer todo lo que pueden hacer sus conciudadanos del mundo, pero en forma ordenada, teniendo en cuenta las virtudes que corresponden a cada precepto que por nuestro bien  y su gloria nos ha mandado el Señor, Creador del cielo y de la tierra.

¿Por qué hablar de los malos hijos si es tan natural y bello amar a tu familia y de la maravilla que es tenerlos?

¿O predicar lo abominable de la cultura de la muerte -que lo es- si se puede dar vuelta el argumento y hablar, como lo hizo el santo padre Juan Pablo II de la cultura de la vida? Hay que llamar al asesinato  por su nombre y no decir que el que estranguló a otro "le interrumpió la respiración" y al aborto no lo llamamos IVE ni interrupción del embarazo, pero se puede hacer mejor el bien a que aspiramos resaltando la belleza, la paz, el bien, el amor y todo lo que acompaña a la buena acción, y este modo de enseñar fue una de las cosas que hacen tremendamente atractivo los medios de formación de la Obra, enseñado por san Josemaría, que sin maquillar las cosas sabía darle ese toque de virtud que tienen y no hablar tanto del vicio opuesto.

Es más atractivo luchar por un ideal que por un temor mal encarado.