Marita desde Chile
Tinta desde España
Dos supernumerarias blogueras



jueves, 11 de noviembre de 2010

Como las violetas, la oración brota con su aroma




Todos tenemos experiencia, creo yo, de que no se hayan cumplido nuestros deseos -por más legítimos que nos parezcan- pedidos en la oración.

Es corriente que a las personas de fe, porque saben que oramos,  nos pregunten si Dios escucha nuestra oración, y la respuesta es que sí;  SIEMPRE oye hasta el más pequeño balbuceo de oración, expresado en palabras o de pensamiento, y a veces hasta sin darnos cuenta de que estamos orando, porque orar no es sólo pedir.

Nuestras oraciones nunca se pierden, el Señor sabe dar cosas buenas a los que lo invocan, pero puede que lo bueno para nosotros no sea lo que hemos pensado; hay que confiar en su infinita sabiduría.

He pensado que esas oraciones "perdidas" son como las violetas, que de repente, sin saber cuando ni dónde aparecen en forma de nuevas plantas que dan flores y aroma. Van calladas creciendo bajo tierra pero no están muertas, al contrario.¿No "me oyó" el Señor a mi gusto? lo ha hecho al suyo y si no veo los frutos acá, quizás en la India, en tierras de misión, o en España con la exitosa visita de Benedicto XVI estén fructificando. ¡Ánimo! Dios sabe más.

2 comentarios:

claudia puig dijo...

Qué simpático tu blog, yo también soy supernumeraria...el título genial...una manera distinta de decir que nuestra celda es la calle o el mundo.
Te agrego a mis blogrol...
Y ánimo

Marita dijo...

¡Qué bueno encontrar hermanas en la web, Claudia!

Bienvenida