Marita desde Chile
Tinta desde España
Dos supernumerarias blogueras



jueves, 31 de mayo de 2012

Mi amiga, mi hermana, mi madre


Conocí a la Virgen de forma natural en mi niñez ya que tuve la suerte de nacer en una familia cristiana.

Recuerdo cómo mis padres rezaban el Rosario y nosotros, pequeñajos y poco devotos, hacíamos una fila detrás de mi padre que caminaba pasillo arriba, pasillo abajo y jugábamos a rezar, intercalando risas y pisotones. 

De labios de mi madre aprendimos el Jesusito de mi vida…y Dios te salve María, llena eres de gracia…

Poco a poco fue tomando posición en mi vida, comencé a tratarla de forma más constante y se estableció un vínculo madre-hija, que ha ido en crescendo. 

Me gusta abrir los ojos a la luz de un nuevo sol y sentir que no estoy sola, porque la Virgen me quiere, me cuida, me guía, me protege, me oye, me mira…¡me mima! 

Cuando las cosas van bien, repito una y mil veces “¡gracias Madre, gracias guapa!” 

Pero cuando el camino se hace abrupto y las fuerzas fallan, creo que la quiero más. Entonces me echo en sus brazos, me siento en sus rodillas, apoyo mi cabeza en su pecho y le pido que me consuele, como la niña necesitada que soy. 

Ciertamente es fácil querer a una mujer que con su fidelidad a la voluntad de Dios, cambió el curso de la Historia. Es fácil imaginar su belleza singular, adornada de todas las virtudes, liberada de todo pecado, llena de humildad. 

Y vuelvo con el pensamiento a Belén, a Nazaret, a Jerusalén y tomo su ejemplo de vida como modelo y le pregunto mil cosas que me gustaría saber: ¿Cómo hablarías con las vecinas? ¿Cómo saldrías en su ayuda? ¿Cómo disfrutaría Jesusito de tus guisos? ¿Con qué dulzura y respeto hablarías con José? ¿Cómo sería tu oración?... 

Y me voy al Evangelio y disfruto releyendo las bodas de Caná. 

¡Cómo estás en los detalles de tus hijos, madre! Y sin que nadie te lo pidiese le robaste a Jesús su primer milagro, así, como quien no quiere la cosa… ¡qué arte! 

Y es que la Virgen es muy grande. 

No es un ser lejano, ni es una persona divina, aún siendo la más excelsa de las criaturas, tampoco es una imagen de madera o mármol, aunque sus imágenes nos ayuden en nuestra devoción. 

¡Es una mujer de carne y hueso con un corazón que late!, que nos sonríe, que nos espera, que nos enseña a tratar a Jesús, a pedirle perdón, a adorarlo en la Eucaristía, a acompañarle en la Cruz. 

Cuando dejo atrás mi pueblo busco el Cerro y me despido de Ella con un beso y un te quiero, y cuando regreso y vislumbro nuevamente el Cerro vuelvo a lanzarle un beso y un te quiero. 

La Virgen para mí, es muy importante. Me gusta contarle mis cosas, pedirle consejo, hablarle de mis amigos y sus necesidades, para que nos eche un capote. 

Me gusta desgranar el Rosario, no de forma mecánica, sino más pausadamente, sabiendo que esa oración le encanta. Ahí aprovecho para pedir con espíritu grande, por la Iglesia, por el Papa, por los sacerdotes, por las conversiones, por todos, por todos. Cuando llego a las letanías me gusta decirlas despacito, pensarlas, saborearlas. 

La Virgen vive conmigo porque está en mi pensamiento, en mi trabajo, en mis oraciones, en mi corazón, en mi familia, en mis amigos, en mi vida cotidiana, en mis afectos. 

Es esa amiga a la que puedo abrirle el corazón sin miedo, porque me quiere mucho, incluso con mis defectos, con mis huidas, con mis miedos y le pido que aumente mi fe-nuestra fe-, que fortalezca mi esperanza-nuestra esperanza-, que acreciente mi amor-nuestro amor-. 

Pero no sólo eso. Cuando quieres a alguien con toda tu alma, le haces participe de tu vida toda. A mí me gusta disfrutar con la Virgen de mis buenos momentos, de mis días de calma, de una tarde en la playa, de una conversación entre amigos...y cada vez que tomo conciencia de lo bien que me lo estoy pasando ¡se lo agradezco! 

 María, nuestra Madre, está en el Cielo, y en las calles de nuestro pueblo y ¡bellísima! bajo la advocación de la Virgen de los Remedios, aunque para mí, la devoción a María no acaba en el mes de mayo, ni en diciembre, ni en febrero. 

Amar y tratar a la Virgen es un placer que cultivo todo el año, espero que todos los años, de los años que me queden por vivir. 

Así, aprendiendo a amarla en la tierra, gozaremos de su amor más profundamente en el Cielo, a donde queremos llegar, como llega un barco a puerto. 

¿Y podemos alcanzar tan alta meta? Bueno, nosotros pondremos la lucha bien apuntalada en los Sacramentos, Dios pondrá su misericordia y María el incremento. 

Dicen que los hijos se parecen a sus padres, y Cristo debe parecerse mucho a María. 

Yo, aunque soy muy poquita cosa, también quiero parecerme a la Virgen de los Remedios.

lunes, 28 de mayo de 2012

Novedades



Hemos decidido darle un nuevo look al blog. Sí, pues las supernumerarias también tratamos de estar al día en la moda, la tecnología y todo lo que sea bueno, útil y que haga este mundo un  poco mejor.

Esta vez hemos puesto de cabecera una imagen  de una calle española porque me gustó, no por ser española ni del sur de España, sólo por bella y bien lograda. Se lo agradezco a un sitio dedicado a una ciudad llamada La Línea de la Concepción de la que yo en Chile no tenía noticias.Algo he aprendido.

La elegí porque ilustra muy bien lo que es el Opus Dei y como lo describía nuestro santo fundador cuando decía que debíamos ser santos "en el medio de la calle", y la foto arreglada maravillosamente está desde la perspectiva del medio de la calzada, rodeada de una librería -alimento para el espíritu si son buenos libros- y una rotisería y venta de pollos por el frente -alimento del cuerpo- que de esa mezcla estamos hechos.

Ojalá les haya gustado la cabecera, porque a mi me han gustado mucho los arreglos que ha hecho Tinta con los enlaces de la columna lateral del sitio. Así estarán las cosas un tiempo, porque nos gusta cambiar de vez en cuando. 

Cualquier opinión o sugerencia será bien venida para estudiarla y mejorar.

viernes, 25 de mayo de 2012

Consagración al Espíritu Santo



En el Opus Dei, en la fecha más cercana a Pentecostés que podamos, hacemos una preciosa consagración al Santo Espíritu, tercera persona de la Santísima Trinidad que suele quedarse relegado en nuestra oración de tan suave que es su incesante acción en el alma.

Lo hacemos con un texto largo que va recorriendo las virtudes, dones, frutos y todo lo que recibimos gratuitamente del Paráclito enviado a santificar las almas.

En 1971, San Josemaría acudió al Espíritu Santo para que ayudase a todos los fieles del Opus Dei. Desde entonces, esa consagración se repite en los centros del Opus Dei todos los años por estas fechas.

No puedo ocultar que me encanta hacerla, y junto con la costumbre de rezar el Decenario del Espíritu Santo 10 días antes de esta maravillosa fiesta nos sentimos preparados para aprovechar sus divinos consuelos y asistencia sobrenaural que uno puede palpar demasiado seguido.

¡VEN, ESPÍRITU SANTO!

domingo, 20 de mayo de 2012

Cualquier momento es bueno


Cualquier situación es buena para aprovechar unos ratillos de oración; últimamente estoy tomando la costumbre de escaparme a la playa, dedico un tiempo a tomar el sol, otro a leer el libro que llevo entre manos y otro a pasear por la orilla rezando el Rosario. 

Como no me lo llevo a la playa, construyo uno: cojo diez piedras bonitas y las voy pasando de mano en mano, cuando llego al quinto misterio las devuelvo una a una al mar. Un rosario acuático, así lo he bautizado.

Pequeños momentos vividos con intensidad, con presencia de Dios, con gratitud y alegría. La vida.

martes, 8 de mayo de 2012

¡Ay, Dora! ¿Qué me has hecho?



Vengo llegando de mi retiro de tres días, alojando en una casa de convivencias a unos 200 kilómetros de mi hogar, en silencio, para dejar hablar a Dios y oírle, que era la idea para hacerlo.

25 mujeres de toda edad, juntas, ya se sabe, es un cotorreo imparable a unos decibeles que hacen  que hasta los pájaros del lugar deseen huir, por lo que para facilitarnos el estar calladas, leemos un libro durante las comidas. Este año ha sido una biografía de Dora del Hoyo, primera numeraria auxiliar de la Prelatura del Opus Dei, que hizo de su trabajo del hogar una verdadera cátedra de cómo hacerlo a la perfección poniendo todo lo necesario para santificarse con él. Es que no hay trabajo menor ni indigno si se hace cara a Dios, como ella hacía y como enseñaba a hacer nuestro santo fundador, san Josemaría Escrivá.

Ahora tengo el tremendo problema: no puedo dejar de preguntarme cómo habría hecho Dora lo que tengo entremanos. Es que nos dejó la vara muy, MUYYY ALTA

domingo, 6 de mayo de 2012

En dos sitios a la vez


En la próxima semana he quedado el mismo día, a la misma hora, en dos sitios a la vez.

Normalmente esto me suele pasar, pero nunca es con intención.

Digamos que la vida me arrolla y en fin, resuelvo sobre la marcha como Dios me da a entender.

En mi "cita al cuadrado", una de ellas es con unas ocho amigas que quieren subir al Cerro de la Virgen, donde vive la Patrona de nuestra ciudad y que por mayo recibe innumerables visitas.

La idea es hacer una Romería a la Virgen, rezar tres partes del Rosario, contemplar la vida del Señor y desgranar con amor cada una de las 150 avemarías.

Para muchas de ellas será la primera vez que hagan algo así.

Pensaba yo en la responsabilidad que implica ayudar a que otros recen.

Total que, sí o sí, voy a tener que faltar a una de mis citas y se va perfilando la solución :)

¡Feliz día de la Madre, a Nuestra Señora Santa María y a todas las mamis del Mundo!