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Niño Jesús de san Josemaría |
Lindo título el que puse a esta entrada, ¿no? Lástima que no es mío sino de un artículo de Almudi que recoge extractos de homilías y audiencias de Benedicto XVI.
Me ha encantado, parece que siento el calorcito de Jesús niño en mis brazos mientras se lo sostengo a María, la Madre cansada luego del largo viaje desde el nortino Nazaret y de su parto en tan precarias condiciones. Sí, yo lo tendré un ratito y me balancearé con él mientras le hablo y le canto con murmullos desafinados pero llenos de amor, porque un Niño así de pequeño nos inspira y no nos importa hacer el ridículo si así podemos contentarlo.
El Niño de Belén crecerá, y morirá por nosotros, porque no siempre seremos capaces de darle el gusto con nuestras vidas, tal como Él desea, pero creo que cuando nos vea de nuevo caídos y tratando de sacudirnos el polvo de esas caídas -¡tan frecuentes!- recordará que cuando era indefenso y pequeño le dimos nuestro calor, nuestras sonrisas y nuestro canto, entonces nos dirá: no se pierde ni un vaso de agua fría regalado en mi nombre, menos la compañía y el cariño que nos diste a mi familia y a mí la Navidad del año uno que renovamos ya 2012 veces.
2 comentarios:
¡Feliz Navidad Marita! Pido para ti y los tuyos todo lo mejor.
Besos y gracias por acompañarme en Dios en mi calle.
Tinta
Este gordito es muy lindo, como escultura, digo. Realmente dan ganas de apretarlo un poquito, jeje
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