Soy chilena, vivo en Chile, casi cayéndome al Pacífico; conocí el Opus Dei en esta franja de tierra flaca y larga y sin embargo reconozco el mismísimo espíritu y modo de sentir que tiene Tinta, formada en la Madre Patria que entre otras cosas buenas nos ha dado la Obra a todo el mundo.
Lo que estoy diciendo es casi un milagro, pues nos separan kilómetros, idiosincrasia, y modos de hacer y sentir, pero en esto no hay fisuras, la formación es fiel a la fe católica de toda la vida, a las indicaciones del Magisterio de la Iglesia y a lo que Dios hizo ver al Fundador, san Josemaría Escrivá.
Cuando somos testigos de muchas infidelidades a todo nivel de la sociedad se aprecia más, pero humildemente esta gracia de Dios.
2 comentarios:
Marita, verdaderamente esta es una muestra del carácter sobrenatural que tiene el Opus Dei, si no, de ningún modo podríamos ser tan afines en la esencia del Amor y de la FE.
Regalos del Señor para el Planeta Tierra, sin duda.
Lo bueno es que en todo el Mundo hay millones de personas que se alimentan de la formación que ofrece incansablemente esta institución de la Iglesia, que no tiene más objetivo que servirla y ayudarnos a alcanzar el cielo, a vivir la vocación con alegría y profundidad, a sentirnos hijos queridísimos de Dios.
Un beso a todo Chile, Marita, y en especial a ti.
**Por cierto, ¿la fecha de la revista? nunca me lo dijiste...
Una gracias de Dios, realmente. Que así se conserve.
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