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miércoles, 21 de diciembre de 2011

Plan de Vida: cable a tierra -y al cielo- en todas circunstancias

Días de mucha actividad han sido estos. Todo debiera ser instrospección, meditación, oración  y paz, pero no, el mundo nos pezca en sus garras y no nos suelta, y todo -para qué lo vamos a negar- con nuestra cooperación entusiasta, muchas veces. 

Gracias a Dios que en el Opus Dei tenemos el remedio a tanta agitación: nuestro Plan de Vida, que nos asegura un mínimo para dejar el lugar de privilegio al Señor, que todo lo demás saldrá por añadidura. 

¿Qué es nuestro Plan de Vida? Son tiempos y actividades que ofrecemos a Dios, repartidas durante el día, y cada uno lo acomoda a su realidad familiar, laboral y lo que sea, "como un guante de goma se adapta a la mano". A lo largo de la jornada tenemos unos ratos de oración que cada uno determinará; vamos a misa y comulgamos; rezamos el santo rosario, leemos, estudiamos y algunas otras cosas así, que nos mantienen en el camino del amor de Dios sin separanos de nuestro lugar en el mundo, al contrario, nos permiten pensar sobre lo importante, lo único necesario cuando aparentemente no pasa nada y cuando el ajetreo se hace agobiante.

Estoy segura de que si le damos tiempo a Dios Él nos lo multiplica de un modo maravilloso.

3 comentarios:

Marita dijo...

Si Tinta vuelve, Marita también. Una con frío y otra acalorada, pero ambas con un mismo propósito: contar lo maravilloso que es seguir a Dios en la vida ordinaria con la espiritualidad del Opus Dei.

Espero que este blog tenga larga vida.

Tinta dijo...

Marita, acabas de alegrarme la mañana.

Esperaba con ilusión que te animases a "entrarle al toro" que decimos por estas tierras.

Esta vez no me apeo amiga, así que vamos para largo.

De lo que cuentas, el plan de vida, es una maravilla cómo ayuda, cómo nos recoge cuando nos despistamos, cómo nos facilita amar a los demás, o el trabajo, o el sufrimiento.
Puntos de contacto diarios para acudir a nuestras micro citas de amor con Dios Nuestro Señor, y con la peculiaridad de que es algo que normalmente pasa desapercibido a los demás.

Mira que reza una rosarios-por ejemplo-en la cola de un banco, o en una estación de tren. Los demás no lo saben, pero estamos rezando, con la misma naturalidad que acude la sangre a la herida.

¡Feliz y santa Navidad Marita!

AleMamá dijo...

:)