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Dos supernumerarias blogueras



lunes, 12 de noviembre de 2012

Tener hijos con la confianza puesta en Dios



¿Cómo no va a ser hermoso recibir a los hijos que van llegando con la certeza de que ha sido personalmente Dios el que nos los ha enviado y que con su asistencia y nuestro trabajo los llevaremos adelante, primero por la vida y luego hasta la vida eterna si ellos no se oponen, cosa que podría ocurrir en el ejercicio de su libertad?

Algunas personas hacen malos chistes sobre las grandes familias que algunos miembros supernumerarios del Opus Dei solemos tener. La verdad es que no les hayo gracia alguna por varias razones -todas ellas dejan mal parados a los chistosos- que no entraré a analizarlas sino a hablar de la inmensa fe y esperanza que se ponen en evidencia cuando los matrimonios reciben la vida con generosidad, lo que no quiere decir que se tenga hijos por ignorancia de los muchos medios buenos y malos que hay para evitarlos, sino que se pone la confianza en Dios y se trabaja mucho para sacar ese encargo divino adelante.

He traído a colación estos pensamientos acá porque algunas veces voy a misa temprano en una parroquia que no es la mía, y siempre me topo con este par de jóvenes mujeres que llegan con sus niños en  cochecitos mientras siguen la misa con sus misales en el teléfono móvil.  Unen lo mejor del mundo para vivir su matrimonio y maternidad cristianamente. Benditas sean.

1 comentario:

Es cielo y es azul dijo...

Pues a mí me da una gran alegría cuando llego a Misa y me encuentro con semejante panorama. Me parece que son un ejemplo de organización. Y de generosidad, claro está.