Tarde -lo reconozco- pero seguro, he bajado de la Red la carta gorda que con motivo del Año de la Fe nos ha escrito el Padre, don Javier Echevarría.
Pensándolo bien, no es tarde, pues tenemos más de un año para meditarla, pero claro, si esperáramos todo lo que durará este llamado a ponerla en el candelero, ya estaríamos en un hipotético año de la esperanza o algo así, por lo tanto, hay que hacerlo ¡ya!, y releerla en los meses sucesivos. En eso estamos.
Mi post de hoy no va a comentar una carta de las que llamabamos "amarillas" -porque de ese color suelen estar impresas, y así se encuentran en los centros del Opus Dei- sino destacar que ahora las bajamos de la Web con toda la comodidad del mundo y las leemos meditadamente en casa. ¿Dónde mejor?
Lo que sí quiero destacar es la prontitud que hay en la Obra para secundar al Papa en sus iniciativas eclesiales. Verdaderamente la docilidad y veneración se palpan y eso me gusta, porque se hace apegaditos al Magisterio y no sólo en las formas, sino con verdadero amor a lo que toda la Iglesia esta empeñada, así me siento más parte de esta Madre guapa, como decía san Josemaría.
Te invito a leer la carta del Padre, y si no puedes o quieres, al menos, ¿has leído la carta apostólica Porta Fidei de Benedicto XVI? Te la dejo de regalo acá*
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