
Alemamá en su blog ha lanzado una propuesta: escribir un microrrelato de cincuenta palabras. Se lo ha dedicado a Marga.
Yo se lo dedico a ella :)
Apenas recordaba las oraciones que aprendió de labios de su
madre. Toda su vida había corrido desenfrenadamente en dirección contraria. Aquella
tarde, sin embargo, se sentía pequeño y necesitado. Ella ya no estaba pero su
voz seguía viva en su corazón herido y brotó la oración: Jesusito de mi vida…
3 comentarios:
¡Ay, qué belleza, Tinta! tienes dotes, amiga mía. Gracias por la mención.
Besos
hermoso relato Tinta, muy tierno, me hizo sentir :-) gracias por visitarme en mi blog.
Muy bonito... y en tan pocas palabras...
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