Cartas "amarillas" a domicilio

Tarde -lo reconozco- pero seguro, he bajado de la Red la carta gorda que con motivo del Año de la Fe nos ha escrito el Padre, don Javier Echevarría. 

Pensándolo bien, no es tarde, pues tenemos más de un año para meditarla, pero claro, si esperáramos todo lo que durará este llamado a ponerla en el candelero, ya estaríamos en un hipotético año de la esperanza o algo así, por lo tanto, hay que hacerlo ¡ya!, y releerla en los meses sucesivos. En eso estamos.

Mi post de hoy no va a comentar una carta de las que llamabamos "amarillas" -porque de ese color suelen estar impresas, y así se encuentran en los centros del Opus Dei- sino destacar que ahora las bajamos de la Web con toda la comodidad del mundo y las leemos meditadamente en casa. ¿Dónde mejor?

Lo que sí quiero destacar es la prontitud que hay en la Obra para secundar al Papa en sus iniciativas eclesiales. Verdaderamente la docilidad y veneración se palpan y eso me gusta, porque se hace apegaditos al Magisterio y no sólo en las formas, sino con verdadero amor a lo que toda la Iglesia esta empeñada, así me siento más parte de esta Madre guapa, como decía san Josemaría.

Te invito a leer la carta del Padre, y si no puedes o quieres, al menos, ¿has leído la carta apostólica Porta Fidei de Benedicto XVI? Te la dejo de regalo acá*

¿Se puede rezar a caballo?

Cuando pienso en las personas que siendo creyentes no practican la religión católica, me gustaría encontrar la fórmula para hacerles despertar, ese "redescubrir la fe" de la que nos habla Benedicto XVI.

Las circunstancias de la vida nos llevan por muchos caminos, a veces es el camino de la ignorancia, otro es el camino del desamor, y posiblemente la idea preconcebida de que tratar a Dios no es para el común de los mortales, sino para unos pocos, entregados a una vocación especial.

Posiblemente una dificultad sea pensar que por un lado va nuestra vida con todas sus obligaciones y por otro lado va la vida de fe, la vida de oración, la amistad con Cristo.

Además, el hecho de ir a misa o de rezar el rosario o de hacer algún rato de lectura o bucear por el Catecismo, suelen ser tareas que se ven como una carga pesada para la que no hay tiempo.

Sin embargo, en mi experiencia personal descubro día a día cómo todo esto se entrelaza en mi vida, con la curiosidad de que cuando más rezo mejor me salen las cosas y más me cunde el día.

Me gustaría decirle al oído a más de uno: ¡prueba a meter al Señor en tu vida, ábrele tu corazón!

Hoy he ido a pasear con los caballos y el móvil ha sonado a la hora del Ángelus; lo he rezado tranquilamente y he seguido con mis caballitos.

Siento mucha gratitud cuando "lo llevo tó palante", pero no me engaño, porque noto perfectamente que no soy yo, es Él, que cuando nos dejamos, nos da en abundancia.

¿Por qué no pruebas?

¡Fiesta!

Hoy es fiesta, la fiesta de los Angeles Custodios, la fiesta de la fundación del Opus Dei en 1.928, la fiesta de colegios que crecen al cuidado espiritual de la Obra y que conmemoran su aniversario tal día como hoy.

Hoy es fiesta en la tierra y en el Cielo, porque quienes tenemos fe creemos firmemente en la vida futura, así que hoy hay fiesta de todas todas.

Los Angeles Custodios...Cada mañana me encomiendo a mi Custodio y le pido ayuda para las dificultades de la jornada, recito la sencilla oración que me enseñó mi madre, luego hablamos de nuestras cosas. Sí, a los Angeles hay que tratarlos porque a diferencia de Dios, no pueden penetrar nuestra intimidad y por tanto, necesitan que les pidamos ayuda de manera explicita.

Por muchas razones y de profundo calado, hoy es fiesta en el Opus Dei, en la Iglesia, en el Cielo y en este blog :)

Si os pudiese recibir físicamente os daría una copita y os invitaría a brindar por un mundo mejor, porque todos alcancemos la felicidad, que tiene nombre hebreo:¡Yeshúa!